¿Sentimos conexión con nuestro cuerpo?
Cuando actuamos contrariamente a lo que sentimos, estamos en incoherencia con la programación -biológica o psicológica- que nos conforma. Lógicamente, también estamos en incongruencia cuando actuamos de forma diferente a la esencia amorosa de nuestra naturaleza. Así mismo, cuando nos sentimos divididos entre dos tendencias contrarias y no sabemos cuál es la adecuada, estamos en conflicto con nosotros mismos. De la misma manera, toda emoción reprimida, negada o ignorada queda encerrada en el cuerpo.
El cuerpo grita lo que la boca calla y, si no sabemos interpretar lo que nos dice y corregir el rumbo, aparece la enfermedad porque nos hemos desviado de nuestro camino.
Con el dolor o la enfermedad el cuerpo nos habla, nos pide ser escuchado, nos llama la atención. Qué hay detrás de cada síntoma? Cuánto escuchamos a nuestro cuerpo?
Si escuchamos nuestro cuerpo, si indagamos en nuestra alma, conseguimos respuestas que nos ayudan a sanar. Aprender a comunicarnos con nosotros mismos permite que recuperemos nuestra energía, nuestra salud y bienestar. Simplemente debemos frenar, escucharnos y observarnos. Es parte del autocuidado del que tanto se habla hoy en día.