El cuerpo grita lo que la boca calla y, si no sabemos interpretar lo que nos dice y corregir el rumbo, aparece la enfermedad debido a que nos hemos desviado de nuestro camino.
El cuerpo grita lo que la boca calla y, si no sabemos interpretar lo que nos dice y corregir el rumbo, aparece la enfermedad debido a que nos hemos desviado de nuestro camino.